Las inmobiliarias han perdido credibilidad en los últimos años, contratar su servicio hace que el proceso de arrendamiento sea muy lento y para los arrendadores es casi imposible cumplir con todos los requisitos que una inmobiliaria pide, por este motivo algunos propietarios deciden tomar la decisión de arrendar por su cuenta, no importa si usted es un profesional experimentado o si simplemente tuvo que convertirse en propietario porque no pudo encontrar un comprador a tiempo, en algún momento eventualmente se enfrentará al "inquilino del infierno" por excelencia. Pagan el alquiler descuidadamente tarde, dañan su propiedad, no devuelven sus llamadas… Entonces, ¿cómo puede evitar este problema sin gastar el tiempo y dinero en cobrar un arriendo? O algo peor ¿Está preparado para enfrentar un proceso de desalojo?

¿Qué puede hacer para protegerse y proteger su propiedad de los malos inquilinos? Antes que nada, asegúrese de seleccionar a sus inquilinos. Es posible que tenga prisa para llenar su contrato de arrendamiento vacante, pero no se apresure a pasar una verificación de antecedentes adecuada. Verifique sus ingresos, llame a sus propietarios y referencias anteriores. Esta es la mejor manera de saber qué le deparará el futuro a usted y a su nuevo inquilino.

Otro paso para evitar que sus inquilinos dañen su propiedad y la tranquilidad es crear un acuerdo por escrito junto con su contrato de arrendamiento y exigir un depósito por daños. Haga una lista de las reglas personales sobre su propiedad y haga que sus inquilinos la firmen. Deje todo por escrito.

¿Qué sucede si tengo un inquilino que está violando el contrato de arrendamiento, participando en actividades delictivas o faltándole el respeto a mi propiedad?

Asegúrese de revisar su contrato de alquiler para ver si están violando directamente cualquier cláusula en el mismo. Si es así, de inmediato tiene la ventaja legal. Hable con su inquilino de una manera calmada pero firme sobre lo que están haciendo y cómo espera que se resuelva el problema. Hágales saber que está preparado para emprender acciones legales y desalojarlos si el comportamiento no se corrige.